Friday, February 03, 2006

Interpretación libre de "Tumbas de la gloria", de Fito Páez

1

Tu amor abrió una herida
porque todo lo que te hace bien
siempre te hace mal
tu amor cambió mi vida como un rayo
para siempre, para lo que fue y ser.

Todo lo que te hace bien siempre te hace mal: todo lo que queremos tiene su precio (cosa que es difícil de incorporar, de aceptar), lo que se usa por un lado no se usa por otro (la energía del cuidado se compensa como descuido de otras cosas). Esto es también jugarse por algo, elegir.

En el caso del amor lo que te hace bien es el cariño, lo que te hace mal es lo que está en el camino de tu amor. El amor te abre siempre esta doble vertiente: mientras vas abriéndote van apareciendo tus monstruos, tu posesividad, tu miedo, todo lo que las experiencias pasadas del amor te hicieron vivir (sobre todo las infantiles, que hicieron tu molde de amor). Y esto no sólo está en el camino del amor de los corazones, sino en el de los cuerpos. Poder gozar o no tiene que ver con estos restos de lo vivido, la forma de tu ser emocional. Esa es la herida que abrió el amor, como dice Fito en la primera línea, la sensibilidad que al iniciarse percibió también sus dolores.

Tu amor cambió mi vida con un rayo para siempre, para lo que fue y será Si en proceso de abrirse a otro que se da en el amor uno va procesando el pasado, ese proceso te libera, te permite dejar atrás cosas que has vivido y que te están cerrando. Por eso el amor, el buen amor, cambia la vida para siempre, porque permite desprenderse de las heridas o las formas del amor pasado.

2

La bola sobre el piano la mañana aquella
que dejamos de cantar.
Llegó la muerte un día y arrasó con todo,
todo, todo, todo un vendaval,
y fue un fuerte vendaval.

La bola sobre el piano la mañana aquella que dejamos de cantar Después habla de la muerte que arrasó con todo. Creo que la bola sobre el piano es el detalle que el protagonista de la canción estaba mirando cuando recibió la noticia de esa muerte y dejó de cantar. Ese detalle que queda absurdamente fijo al recibir una mala noticia, como si la puerta del horror se hubiera abierto a través de él. Dejamos de cantar: se puede cantar si hay una disponibilidad emotiva para la comunicación. No hace falta estar feliz, pero un shock muy fuerte puede dejarte sin posibilidades de cantar por algún tiempo. El canto, la vida llevadera, es suspendida por la aparición súbita de un vendaval.

La muerte es un vendaval, la muerte de los otros, porque cambia la geografía de la vida personal. Muere alguien que querés mucho y es como si hubiera desaparecido un edificio, se altera completamente tu mundo, arrasa con todo. La muerte propia también es un vendaval, pero de ella sabemos poco. Sólo tememos ese viento que nos va a arrastrar a ninguna parte.

3

Algo de vos llega hasta mí
cae la lluvia sobre París
pero me escapé hacia otra ciudad
y no sirvió de nada,
porque todo el tiempo estabas dando vueltas
y más vueltas que pegué en la vida para tratar de reaccionar
un tango al mango revoleando la cabeza como un loco
de aquí para allá, de aquí para allá.

Fito quiso huir del amor. ¿Por qué se huye del amor? Algo de vos llega hasta mi, cuando algo te toca tenés dos opciones: abrirte (y sufrir lo que tenés que sufrir en el proceso de abrirte queriendo disfrutar) o huir, irte a otra ciudad. Otra ciudad es otro mundo, hacerte el boludo, armarte una vida en la que fingís que no te tocó lo que en realidad te tocó, que no te importa lo que en realidad te importa, etc. No sirvió de nada. A algunos este intento de hacerse el boludo les da resultado, a otros no. A Fito parece que no: todo el tiempo estabas dando vueltas y más vueltas... ( y agrega: ) que pegué en la vida para tratar de reaccionar... un tango al mando revoleando la cabeza como un loco de aquí para allá, de aquí para allá. Un tango al mango creo que quiere decir, una tristeza abismal que me hacía revolear la cabeza, aturdirme, no parar.

4

Después vinieron días de misterio y frío,
casi como todos los demás
lo bueno que tenemos dentro es un brillante,
es una luz que no dejar‚ escapar jamás.

Días de frió y misterio casi como todos los demás: este es el principio del amor, bien por el riesgo de no saber si uno posee lo que quiere poseer, o bien por las dificultades que dijimos están en el camino de cualquier amor. Pero después agrega: lo bueno que tenemos dentro es un brillante. Creo que eso expresa la confianza en algo íntimo, interno, que brilla y guía, la capacidad de querer, en el sentido de sentir amor o en el de desear cosas. Está contando la historia del desarrollo de un amor, sus vicisitudes, sus idas y vueltas.

5

Algo de vos llega hasta mí,
cuando era pibe tuve un jardín
pero me escapé hacia otra ciudad
y no sirvió de nada,
porque todo el tiempo estaba yo en un mismo lugar,
y bajo una misma piel y en la misma ceremonia
Yo te pido un favor, que no me dejes caer
en las tumbas de la gloria.

En este párrafo reconstruye la letra entera. Cuando era pibe tuve un jardín creo que quiere decir, cuando era pibe fui querido, se me habilitó eso interno que brilla, quise irme a otro lado (a París o a Bs As, desde Rosario) pero no sirvió de nada (la distancia física no es distancia emocional), todo el tiempo estaba yo en un mismo lugar, y bajo una misma piel y en la misma ceremonia. ¿Qué ceremonia? La de un rito particular que volvía a armarle una y otra vez una misma escena afectiva, una misma situación de la que quería poner distancia sin nunca conseguirlo. Y agrega, creo que dirigiéndose a ese amor salvador, que lo redime: yo te pido un favor, que no me dejes caer en las tumbas de la gloria.

Las tumbas de la gloria son las que tienen Jim Morrison, Luca, Hendrix, Joplin, el Ché, Miguel Abuelo, etc. A través de esta canción la idea es: eran desesperados, que huían de sí mismos, no querían hacer el trabajo que su amor pedía (tal vez era demasiado difícil, no tenían esa luz interna que Fito tiene, ese jardín en el pasado que los guiaba), y se eligieron una muerte gloriosa. Parecen grandes guerreros, pero estaban huyendo. Parecen fuertes, pero eran débiles. Lo que querían era morir, no podían querer vivir. Fito espera resistir esa tentación de una muerte meritoria, y está atento a los amores que lo ligan a la vida, que lo ayuden a atravesar las dificultades y a lograr la felicidad lograble.

Thursday, February 02, 2006

Capítulo de "Amor y País": El pueblo no existe.

El pueblo no existe. Tal vez en otra época existió, pero es momento de otra cosa.

¿Es la masa de votantes, esa cifra altísima, una expresión cuantificada del agente pueblo? ¿Dónde más aparece, en qué movimiento coordinado, este personaje mítico de la vida social? ¿Es el pueblo una imagen adecuada para representar al actor social fundamental, para aludir al sujeto de una nación, una forma indicada para hablar de la suma de los habitantes de un país?

La pluralidad de los grupos y sectores, la enorme cantidad de perspectivas que conforman la escena política y vital de una comunidad, no puede ser resumida en el concepto pueblo sino a través de una forzada operación de simplificación. Cualquier representación concreta del concepto pueblo, es decir, cualquier grupo de personas que pretendan encarnarlo, se equivoca, por más iracundos que demuestren ser. La operación por la cual damos el nombre y sentido de pueblo a un conjunto social, en vez de contribuir a la comprensión y al logro de una fuerza activa útil y plural, da lugar a una fuerza homogeneizada y aprovechable para fines de manipulación.

El pueblo es el personaje imaginario protagónico de todo planteo fascista o totalitario, y la democracia no lo necesita. Más bien necesita eludirlo, descomponerlo, oponerle a ese contingente virtual un mundo de presencias reales. La democracia es una manera más sutil y abierta de tratar con el conjunto de personas que arman un país. En el pueblo no hay nadie, todos los sujetos están absorbidos y anulados por la promoción de una forma masiva tan poderosa como inexistente. En la sociedad democrática hay en cambio personas que deciden sumarse a la opción que determinan o sienten como propia entre otras opciones, hay proyectos particulares en diversos estados de desarrollo, hay roce ideológico, intercambio y enfrentamiento de visiones del mundo provenientes desde las posiciones más desiguales. El pueblo es un concepto metafísico, idea que actúa como propuesta de control de las vidas específicas para sumarlas y deformarlas.

Es posible que la masa sea una experiencia inevitable e imprescindible de la experiencia social, pero de allí a introducirla en la operatoria política como expresión de una verdad profunda hay un gran paso, que no debiera darse. El pueblo surge de la intención de exacerbar las características viscerales y muchas veces siniestras de la masa, con el fin de implementar una fuerza bruta útil a proyectos políticos que resultan por lo general dañinos para las personas reales que viven unidas en una comunidad. No nos engañemos, no beneficia a aquellos que, por estar en una posición desfavorecida, representan con mayor facilidad esa ausencia de atributos que se da en el individuo masificado. Antes que a un pueblo el país debería aspirar a una comunidad de personas, individuos capaces de sumarse cuando resulte necesario pero tendientes a desarrollar su capacidad de querer, ese pseudópodo activo y real de la fuerza existencial ligado a la afirmación de lo más personal.

Si este no es el pueblo, el pueblo dónde está, cantaban silogísticamente los militantes de la izquierda peronista en los alrededores de la casa de la calle Gaspar Campos en la que Perón se alojaba al volver al país en 1973. La frase parece un ejercicio filosófico formulado en respuesta anticipada a la verificación de la inoperancia e inexistencia entremezcladas de la idea de pueblo, pero respondía a lo que alguien había dicho por televisión, que esa gente que festejaba a su líder no era el verdadero pueblo. ¿No basta la historia transcurrida para concluir que el pueblo, efectivamente, no estaba en ningún lado? Cada tanto aparecen grupos que en la calle intentan actuar el personaje pueblo, pero la representación resulta cada vez menos convincente, como lo resultan todos los papeles que no tienen ya vigencia ni una realidad que los soporte.